Todos los padres esperan brindarles a sus hijos las habilidades para convertirse en adultos financieramente estables y con conocimientos financieros. Nadie quiere ver a su hijo manejar mal su dinero o administrar mal su crédito, ya que esas cosas sólo generarán más problemas en el futuro. Pero incluso después de hacer todo lo posible, es posible que los padres quieran comprobar el progreso de sus hijos una vez que se conviertan en adultos. Pero existe una gran diferencia entre adquirir informes crediticios de sus hijos cuando son menores y después de cumplir 18 años.
Adquirir informes crediticios antes de cumplir 18 años: Cada vez más, el robo de identidad infantil se está convirtiendo en un problema. Una encuesta sobre fraude de identidad infantil de 2012 realizada por Javelin Strategy & Research y patrocinada por ITAC mostró que uno de cada 40 hogares con niños menores de 18 años tenía al menos un niño que había sido víctima de fraude de identidad. La Comisión Federal de Comercio recomienda que los padres verifiquen si sus hijos tienen un informe crediticio a su nombre cuando cumplan 16 años. De esa manera, si hay un problema, se puede rectificar antes de que cause más problemas. Algunos jóvenes pueden tener un informe crediticio si tienen una cuenta conjunta o son usuarios autorizados de la cuenta de un adulto; pero si aparece algo en el informe crediticio de un menor que no parece correcto, es necesario revisarlo. Por lo tanto, existen razones legítimas para adquirir informes crediticios de sus hijos en determinados momentos y circunstancias.
¿Qué pasa después de que cumplan 18 años? Tal vez el niño esté solo por primera vez o sea un estudiante universitario de quien los padres todavía son financieramente responsables. Cualquiera sea el caso, a veces los padres quieren ver el informe crediticio de un niño que ha alcanzado la mayoría de edad legal. Es necesario plantearse dos preguntas al respecto:
- ¿Es posible?
- ¿Es legal?
En respuesta a la primera pregunta, sí, puede ser posible. Si un padre tiene el número de seguro social del niño y puede responder preguntas sobre las direcciones anteriores del niño, deudas pendientes y otras preguntas de seguridad, es posible adquirir el informe de crédito (siempre que no informen a la agencia de crédito que no son los niño). También es muy posible que el niño descubra lo que sucedió si tiene implementado un protocolo de robo de identidad, si alguna pregunta es respondida incorrectamente o si revisa su propio informe crediticio más adelante y descubre que fue verificado previamente. En respuesta a la segunda pregunta, no es legal que nadie, ni siquiera un padre, obtenga el informe crediticio de alguien sin permiso. Se considera robo de identidad y fraude, según la agencia de crédito Experian. La mejor manera que tienen los padres de manejar la situación es simplemente pedir permiso. Los padres pueden decir que están preocupados por el crédito del niño o que quieren obtener el informe para poder sentarse y asegurarse de que el niño sepa cómo obtener su propio informe y cómo leerlo. Adquirir informes crediticios de sus hijos puede resultar tentador, pero asegúrese de hacerlo de la manera correcta.
